A la hora del BITUTE...

Los maestros Zambo Cavero y Oscar Avilés, nos cantan en un Festejo Peruano que a la hora del bitute, la jamancia va a sobrar…, tanto como en Hoja Redonda, Bayovar y Marcona la Jamancia (hambre) nunca va a faltar.

Ustedes se preguntaran: ¿Qué une Marcona con Bayovar?
Ambos son puertos pesqueros ubicados en el litoral costero de Perú, Bayovar situado a 100 Km al Sur de la ciudad de Piura, y Marcona a 530 Km de la ciudad Lima, ambos presentan una importante actividad Marítima pesquera, lo cuales dan origen a peruanos pujantes y al protagonista de esta historia.

Kervy Jacobo miembro de una familia de pescadores, trabajó desde muy joven como tripulante , buzo y cocinero de una embarcación no más grande de 5 metros en donde se tenían que suplir todas sus necesidades en altamar, vio su destino marítimo empañado por la picadura de erizo en el brazo, y por consejo de su sabia madre tomó la decisión de estudiar gastronomía.

Siendo ya chef, el “bichito tecnológico del amor”  hace que nuestro protagonista haga un viaje desde Piura a Arequipa, al igual que la corriente de Humboldt atravesando todo el litoral peruano, ya en la ciudad blanca ingresa a trabajar al restaurante “Chicha y Tanta” dando como resultado que se aventure al país hermano de Colombia en los restaurantes “Piqueos”  y “Mistura”  ya en el transcurso que el mostraba las bondades de la gastronomía peruana también la vida lo puso a prueba negándole algunos beneficios tan sencillos como el alimento diario, pero junto a su novia lograron superarlo.

Con la experiencia de vida, y siendo consciente del talento que tenia decide aventurarse y volver a Perú, específicamente a Marcona la ciudad de origen de su hoy esposa, con el apoyo de su familia política empezó vendiendo a las afueras de su casa platos como : tequeños, salchipapas y  pulpo en salsa de anticucho ya con un público cautivo inaugura su primer “BITUTE PIQUEOS BAR”, en el boulevar de la ciudad con tan solo 8 mesas, posteriormente buscando mejoras y en vista del local que poseía era muy pequeño se aventura con un local más grande, en el que actualmente funciona el restaurante, Av. Andres Avelino Caceres S/N en el centro de la ciudad, un local decorado con artículos vintage lleno de platos creativos y novedosos, pero también hallaremos aquellos con los que empezó y que hasta el día de hoy lo acompañan.

La próxima vez que te aventures en ir a un restaurante, recuerda que detrás de cada plato de comida existe una historia de perseverancia, dedicación y amor.

“He hecho más locuras por hambre, que por Amor”
El Bitute




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