BAILANDO QUIERO MAS A MI PATRIA


Las personas siempre dicen que la cultura, gastronomía, historia, folclore, son aspectos que hacen que quieras a tu país; Entonces me pregunto: ¿Cómo estas cosas pueden hacer que quiera a mi Patria? 

Llegué a pensar que el territorio peruano era solo una extensión de suelo en la que me toco nacer y en la cual necesitaba regirme a la cultura de mi entorno, como cantar el himno nacional, conocer a  los héroes patrios, lugares arqueológicos, personajes de los billetes y no olvidarse de elegir obligatoriamente cada 3 años un alcalde y cada 5 años un presidente. 

Hace un año cerca de casa habían inaugurado una academia de Marinera (Danza de pareja, donde la dama impone su coquetería y picardía y el caballero todo su galanteo para completar un coloquio amoroso con pañuelo en mano); Me parecía interesante aprender unos pasos de baile como quien me ejercitaba, entonces llame y me ofrecieron probar la primera clase y si me gustaba podría inscribirme todo el mes, al llegar la noche me acerque al local y el profesor Edi Ramos me recibió con una gran sonrisa diciéndome que se me haría fácil tomar el ritmo, claro hasta ese entonces había recibido clases de baile contemporáneo pero nada relacionado con danzas típicas, después de las primeras instrucciones de postura y pasos que debía de tomar sonó un replique de tambores y junto al grupo me sentía toda una experta.

Mientras bailaba era feliz, me sentía libre y segura, a pesar de las ampollas que causaba el bailar sin zapatos, al transcurrir  las primeras clases ya pesaba sobre mí la incomodidad de caminar. Al ver mis pies lastimados pude entender lo que la marinera  significa para las mujeres norteñas y que a través de ella transmiten el valor de que tiene "El suelo donde naciste."
  
Estuve un par de meses en las lecciones de la Academia "El Chalan del Sur", donde aprendí la postura, a sonreír, a coquetear, características que identifican a la marinera. El aprender esto me brindó la confianza de seguir bailando.

Pasado un tiempo de dedicarme a otras actividades, viaje para estar con mi familia. En  una tarde de las que salía a correr mi sentido auditivo reconoció el clásico redoble de tambores, me acerque al lugar y pude observar que eran unos niños aprendiendo a bailar, preguntando si podía asistir a las clases me confirmaron que sí, a partir de entonces he tomado algunas clases para mejorar lo ya aprendido con el profesor Raúl Cornejo. 

Este sábado pasado fue la clausura de las clases de verano. Como parte del evento tuve la oportunidad de poder mostrar el avance logrado, teniendo como pareja al profesor Raúl, gracias a esto he podido darme cuenta cuanto he mejorado desde aquel primer día.  

Si ahora me preguntas ¿Porque bailo Marinera?... Te responderé porque BAILANDO QUIERO MAS A MI PATRIA, dando razón a aquellos que decían que el amor hacia nuestro suelo proviene de nuestro mismo entorno, querido amigo lector amar a tu patria es lo mejor que puede pasar en tu vida, es un designio natural que tenemos que aprender a encontrarlo.
  
Agradezco a mi familia que siempre me apoyan incondicionalmente en cada aventura que emprendo.


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